El abogado ante la prisión preventiva.
Todos somos conocedores del uso y abuso que se hace de la prisión preventiva y cómo para muchos jueces y fiscales conceptos como la “alarma social”, el “peligro de fuga” y otros elementos indeterminados -que atacan el principio de seguridad jurídica– parecerían las Tablas de la Ley.
Es aquí donde el abogado no debe cesar en su empeño y luchar contra viento y marea para revertir una situación muchas veces arbitraria y caprichosa dictada por la opinión púbica -aquí surge el “miedo” de los jueces ante los linchamientos mediáticos en casos con trascendencia pública-.
Traigo a colación un asunto que defendemos en el despacho en el que ante la prórroga de la instrucción pedida por el Fiscal y un señalamiento muy lejano de un recurso de apelación, el abogado defensor debe denunciar la situación de dilaciones indebidas y abogar por esa libertad provisional.
No nos olvidemos que la prisión preventiva es siempre algo excepcional, que no hay pena sin juicio y que la presunción de inocencia es un baluarte del estado de derecho.