La justicia universal.

Tuve la inmensa suerte de llevar los primeros asuntos de jurisdicción universal que llegaron a España.

Augusto Pinochet,  Adolfo Scilingo, Ricardo Cavallo.

Podría contar cómo el juez instructor era una extensión ideológica de las acusaciones y la Fiscalía cambiaba su criterio según gobernara una u otra opción política.

Ahora va a suceder lo mismo con estos horrorosos delitos.

La nueva Ministra de Justicia, que como Fiscal fue una extensión de los postulados ideológicos del ex juez Baltasar Garzón, vuelve a introducir la idea de investigar los más graves crímenes contra el ser humano que se produzcan más allá de nuestras fronteras.

La idea de detraer medios económicos en ejercer de Quijotes es “maravillosa” sino fuera porque aquí existe un retraso brutal en los Juzgados, el turno de oficio tiene unos baremos vergonzosos y las carencias asoman por doquier donde se mire.

Potenciemos Tribunales Internacionales válidos y dejémonos de ocurrencias de charlatanes vanidosos.